ANTERO FERNÁNDEZ CUBERO
 Capellán de religiosas de María Inmaculada y beneficiado de la Catedral
 

Nació en la localidad pacense de Villalba de los Barros, el doce de agosto de 1883. Se ordenó el 3 de mayo de 1908.

“El Castellano” del 19 de septiembre de 1917 informa que “ha sido nombrado beneficiado de la Santa Iglesia Primada D. Antero Fernández Cubero. Le felicitamos cordialmente”.

El 1 de mayo de 1923, le encontramos predicando en la popular fiesta de la Virgen del Valle. La noticia dice “que fue muy agradablemente escuchado”. El 19 de septiembre de 1924, en el convento de religiosas de la Concepción Franciscana se celebrará del 20 al 28 un solemne novenario a la Purísima Madre. El día 28, la función principal, predicando don Antero Fernández”. El 31 de mayo de 1925, predica el final del triduo que las Hijas de María dedican a la Inmaculada Concepción en la iglesia de San Ildefonso de Toledo. Durante el Jubileo plenísimo del Sagrado Corazón de Jesús, en “El Castellano”, del 25 de junio de 1926, además de informársenos que el sermón será predicado por “el señor don Antero Fernández Cubero, beneficiado de la S.I.P”, es además profesor de la Universidad Pontificia.

Cuando estalla la persecución religiosa el siervo de Dios llevaba casi diez años ejerciendo de capellán de las Hijas de María Inmaculada para el Servicio Doméstico, fundadas por santa Vicenta López Vicuña. La casa de Toledo se fundó en 1901 con la ayuda y protección del beato Ciriaco María Sancha. Formaban la comunidad veinte religiosas dedicadas especialmente a amparar y proteger a las sirvientas.  A las escuelas gratuitas nocturnas y dominicales asistían, por término medio, 100 sirvientas y obreras. Aunque las Hermanas se vieron obligadas a vestir como seglares y bajo frecuentes amenazas de muerte, ni sus personas ni el edificio sufrieron daños materiales importantes.

Afirma Eduardo Sánchez Butragueño que “el Cristo de la Calle Santo Tomé (cerca de las religiosas del Servicio Doméstico y paso frecuente del siervo de Dios) fue objeto de las primeras polémicas al ser empapelado con carteles de mítines de tendencia izquierdista. En la imagen del Archivo Rodríguez puede verse el Cristo con los carteles anunciadores del mitin que el día 31 de mayo de 1936 ofreció Margarita Nelken” en la plaza de Toros.

Don Antero vivía con un familiar, pero por no comprometerlo, estaba buscando otro refugio. No hallándolo, intentó escapar de Toledo el 11 de agosto, cruzando la Puerta de Bisagra con cierta documentación. A los guardias les pareció insuficiente, y entonces alguien que le conocía les dijo que era un cura. Le detienen e inmediatamente le fusilan a escasos metros, en la Vega Baja.