JAVIER PENEDO ALSINA
Médico de Camarena (Toledo)

Escribe don Juan Francisco Rivera en “Persecución en la diócesis de Toledo” (II, páginas 229-230. Toledo, 1958) al recoger los datos del arciprestazgo de Torrijos-Escalona, que en Camarena (Toledo) «merece destacarse, como caso de fortaleza, la confesión cristiana del médico del pueblo, don Javier Penedo Alsina. Procedente de Galicia, hacía bastantes años que residía en Camarena, donde tanto en público como en privado dio muestras de su arraigado catolicismo. Desde el advenimiento de la República fue el principal organizador de los partidos de orden en la villa, no por lo que tenían de político, sino por ser los defensores de los santos ideales religiosos».

El actual párroco, Don Rafael Escudero, nos recuerda que en los libros que llevaba «Edilberto López, sacristán de la parroquia, nos informa que el día 11 de junio de 1932 se celebraron solemnes fiestas que, en honor de María Auxiliadora, se celebrarán los días 11 y 12 de junio en la Iglesia Parroquial.

El día 11, sábado, a las 7 de la tarde, solemne bendición de la hermosa imagen de María Auxiliadora por el dignísimo Sr. Cura Párroco D. Antonio Luque. Actuarán de padrinos el Dr. D. Javier Penedo y su señora Dª Dolores Rivera. A continuación se cantará una salve a dos voces, con acompañamiento de la orquesta infantil. Día 12, domingo, a las 10 misa mayor, la escolanía interpretará una hermosa misa a dos voces. Hará el panegírico de la Santísima Virgen el reverendo señor director de las Escuelas Salesianas de Madrid, D. Enrique Saiz. A las cinco de la tarde procesión por las principales calles del pueblo, terminada la procesión, se cantará la salve como solemne despedida».

Una vez más “reunión de mártires”. El salesiano, beato Enrique Saiz Aparicio, sufrió el martirio el 2 de octubre de 1936 en Vallecas (Madrid) y fue beatificado en 2007.

Al final del libro del sacristán su mujer escribe "que el sacristán Edilberto López murió el 5 de agosto de 1936, asesinado en Casarrubios en la carretera de Ventas a Valmojado, recibiendo sepultura en Casarrubios, en marzo de 1937 fue trasladado al cementerio de Camarena." Esto pudo ser así, nos recuerda nuevamente don Rafael [que también nos facilita la foto de María Auxiliador] porque el 19 de octubre llegaron las tropas franquistas a Camarena.

Sigue el relato don Juan Francisco Rivera diciéndonos que «por eso, al estallar la guerra [don Javier, el médico] es la primera víctima de los sectarios, quienes le sacaron violentamente de su casa u a empellones le llevan a la cárcel local.

“-Le pondremos en libertad a condición de que dé un viva al comunismo”, dijeron.

“-¡Viva Cristo Rey!”, contestaba siempre.

Para obtener lo que pretendían, marchan a su domicilio, diciendo a su esposa:

“-No pondremos en libertad a D. Javier porque se empeña en no dar un viva al comunismo. Venimos a ver si usted lo consigue de él, porque de lo contrario tendrá malas consecuencias”.

La pobre mujer, cegada por el amor y acompañada de sus dos pequeños hijos, marchó a la cárcel, donde se desarrolló una violentísima escena.

“-Javier, di lo que te dicen que digas, si por ello no vas a dejar de ser lo que eres”.

Mientras, los niños abrazados a sus piernas y aleccionados por la madre, se expresaban en términos parecidos.

“-Papa, dilo. Papa dilo”.

La respuesta del médico era: “-No puedo, no puedo”.», “

Pasó así esas primeras semanas, hasta que el 26 de julio un pariente suyo de Madrid consiguió que un coche de la Dirección General de Seguridad le condujese detenido a Madrid. Fue encarcelado y a los 15 días recluidos como preso en la Pensión Galicia (Calle Valverde, nº 1) que regentaba un hermano suyo. En ella pudo pasar el verano.

En la documentación que se conserva en esta Postulación se nos informa que era natural de Santiago de Compostela (La Coruña), que tenía 42 años y que sus padres se llamaban Paulino y Carolina. El 25 de octubre por la noche fue detenido por la policía y, nuevamente encarcelado. La documentación oficial del Juzgado de Urgencia, del 11 de noviembre de 1936, nos informa que se le acusa de ser “enemigo encarnizado del Régimen, propalador de bulos entre los huéspedes de su pensión y por no salir de esta durante los actuales sucesos”.

En su declaración tomada en la Prisión Celular (Cárcel Modelo) afirma que “la causa de no salir de la pensión era el ser un enfermo crónico de estómago y que él no ha propalado nada y que se ha limitado a comentar las noticias de los periódicos”. Tres testigos lo ratifican. Sin embargo, por documento que también conservamos, el 16 de noviembre fue trasladado desde la Cárcel Modelo a la Prisión del General Porlier. En una de las terribles sacas de la prisión de Porlier fue conducido a Paracuellos de Jarama (Madrid) y fusilado.

La esquela familiar da el 24 de noviembre como fecha exacta.